Empecemos el año nuevo con un artículo que nos lleve a una reflexión sobre lo que nos puede impulsar en este 2023. No cabe duda que, para que un líder logre influenciar a los demás hacia la consecución de un proyecto, sean ciudadanos, colegas, deportistas o alumnos, no basta con tener buenos argumentos o buenas razones para convencer a los demás, se requiere ir más allá, es decir, es necesario conectar con la gente a nivel emocional. Tener una visión positiva de futuro sobre lo que se busca es fundamental y que su alcance esté asociado a algo significativo para todos es de suma relevancia para que la gente se anime a sumarse en el emprendimiento de algo diferente, a aspirar algo ambicioso, aunque de momento no se tenga claro cómo pueda ser lograble y existan dudas y temores.
Así le han sucedido a un sinnúmero de personas tan comunes y normales como cualquiera de nosotros que, en algún momento de su vida, se les develó algo en su mente o corazón, algún proyecto significativo que podía cambiar el rumbo de los acontecimientos de esos momentos y a partir de ese sueño o visión, se lanzaron con total convicción a su realización. Obvio decir que, a primera instancia, requirieron cierto grado de motivación para ser precursores de tales desafíos y así contrarrestar la serie de dudas y escepticismo al respecto. La historia nos hace ver en todos esos casos, que esos líderes emprendedores pudieron escalar su nivel de emoción conforme iban avanzando en su propósito y teniendo más claridad de lo que querían conseguir, al mantenerse firmes con total convicción ante los cuestionamientos, incredulidad y fatalismo de los demás y pasaron de la motivación, a un nivel más fuerte y duradero como es el entusiasmo y gracias a éste estado de ánimo lograron empezar a influir y a reclutar cada vez más seguidores a pesar de las circunstancias en contra, simplemente al actuar con tal emoción que les hizo ver coherentes y por ende convincentes. Más aún, con base a una serie de avances y producto de tener que enfrentar momentos verdaderamente difíciles y desafiantes, tuvieron que subir su nivel emocional a uno más alto y poderoso, donde apareció la pasión, como la expresión emocional más intensa y firme.
Para el fin de este escrito, cabe preguntarse, ¿Qué es la pasión en el trabajo? Los especialistas comentan que es ese estado emocional intenso enmarcado por un estado deseado persistente que se complementa con el gusto o placer que la persona experimenta al ejercer cierta actividad y se dirige todo esfuerzo en perseguir el logro o realización de algo específico que puede o no conllevar un fuerte impacto en la vida de las personas por los múltiples beneficios que llegase a generar. ¡Eso es actuar con pasión!
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Es vivir con una emocionalidad intensa a favor de lo que se hace y se busca, donde no se repara esfuerzo alguno a que eso suceda. Entonces, si tú ya ocupas una posición de líder o intentas convertirte en líder, lo primero que debes de reflexionar es si eres una persona apasionada, si te apasiona lo que haces y la causa que te absorbe, extasía al hacerlo, porque de acuerdo a cómo te conduces y qué emocionalidad proyectas es como vas a “enganchar” a los demás en aquello que te propongas, porque es la única forma en que logras mostrar una auténtica congruencia entre tu sentir, decir y hacer. Hay que encontrar esos motivos substanciales de identidad que despierten orgullo y pertenencia, detonen entusiasmo, provoquen pasión por el quehacer de la gente.
Es importante tener en cuenta la pasión por el trabajo, porque es el elemento que inyecta de energía, vitalidad y le da sentido de vida a toda la organización, transforma tanto a los líderes como a sus seguidores de manera fuerte, permanente y sólida, convirtiéndoles en agentes de cambio, porque se conducen con la mira puesta en transformar de alguna forma a la sociedad. La persona apasionada aprende a ser inmune ante gente tóxica que intentan sabotear las iniciativas por miedo, dado que sus mapas son sumamente estrechos y carecen tanto de visión, creatividad como de confianza y se aterran ante algo novedoso.
Como emprendedor, una de las primeras lecciones que se tiene que tomar en cuenta es, que la pasión es tan importante como aquella idea disruptiva que se quiere obtener para tener éxito, ya que en el camino se va a encontrar con muchas vicisitudes de toda índole, como limitaciones, obstáculos, carencias, como tener que lidiar con gente negativa, colmada de juicios, críticas, contradicciones, dudas, temores y hasta con actitudes que muestran claras intenciones de entorpecer y sabotear iniciativas. Para superar cada uno de esos escaños, se necesita una visión clara y positiva de futuro, junto a una voluntad forjada, dispuesta a experimentar esfuerzo e incluso sacrificio, o al menos lo suficientemente nutrida para aguantar el rigor que imponga la tarea; una determinación para afrontar toda clase de dilemas y riesgos, fortaleza para no dejarse derrotar ante las dificultades. Para ello, se requiere contar como un excelente recurso como una emocionalidad intensa, que empodere y mantenga el espíritu de lucha a pesar de las frustraciones y exigencias; es ahí, donde estriba la importancia de la pasión. Es por eso que la gente apasionada es la que ha sido capaz de transformar al mundo a través de su inventiva puesta en acción en los campos de la ciencia, tecnología, política, educación, deporte, milicia, religión, negocios y demás, o simplemente aquellas capaces de transformar substancialmente su estilo de vida.
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No hay nada más sano y gratificante que la pasión a lo que se hace y se desea. Es el combustible que toda empresa, todo profesional y toda persona, debiera considerar para triunfar finalmente en la vida.
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¿Cómo se aplica la pasión en el trabajo? La pasión en el trabajo, invita a la creación de nuevas ideas que pueden ir hacia la generación de nuevos negocios, transformación significativa de la empresa o institución, introducción de productos novedosos o mejoras de producto, innovación en los servicios, desarrollos de SW, como la mejora en el clima organizacional o simplemente en la dedicación amorosa y comprometida de la profesión al servicio de los demás sin escatimar esfuerzo alguno. |
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Es una entrega total hacia lo que se hace alimentada por un noble propósito. A mi juicio, ésta es la fórmula a aplicar: |
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Gusto + Propósito + Actitud Mental Positiva = Pasión Creación + Razón + Acción + Pasión = Éxito La pasión es considerada como el punto más alto de emocionalidad en vías de lograr la realización de una persona en el ámbito profesional, reflejada en la conducta congruente y entregada. La pasión, amiga inseparable de la alegría, del entusiasmo y compromiso que cada persona desarrolla en su vida personal y laborar. Es el motivo que permite a la inspiración, salir de su propio encierro. |
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La satisfacción por un trabajo bien hecho, es un buen indicio de estar haciendo las cosas correctamente y ser bien considerado en la empresa. La satisfacción fluye, a través de diversas acciones que potencian y dan motivación extra cuando más uno lo necesita, ya que surge y se intensifica como típica reacción generada después de haber superado diversos obstáculos. Sin embargo, cabe aclarar que no es agobio ni cansancio, tampoco, sentirse sobreexplotado. Es simplemente la autodemanda que cada quien se propone e impone cada día al ir a trabajar bajo sus propias razones. |
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El alto grado de responsabilidad profesional que llega a experimentar una persona y las largas horas de dedicación enfocadas en la realización de las tareas son un claro indicio de que “algo” le está pasando, hay una clara muestra de gozo al desempeñarse, que existe un propósito que le inspira a dar de más. Para esa persona el tiempo vuela, y a pesar de las exhaustas jornadas, ésta se relativiza en función del cansancio y las metas logradas. |
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Es como entrar a un círculo virtuoso, que entre más esfuerzo se invierta y cansancio se experimente, más vitalidad y energía se produce, a tal grado de disminuir las horas de sueño por estar inmerso en su labor o proyecto. Se percibe en su forma de ser, la alegría con la que se desempeña en busca de una solución que contempla. Tiene una sola palabra: PASIÓN. |
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Vallerand (2012), distingue dos tipos de pasión, la armoniosa y la obsesiva. Señalan que existen resultados afectivos positivos para la pasión armoniosa como el flow y negativos para la pasión obsesiva, como la ansiedad. |
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En la pasión armoniosa la actividad es importante para uno sin importar otras contingencias, coadyuvando al bienestar y el rendimiento en el trabajo, el gusto por la actividad y el disfrute en la interacción con los demás, en cambio, en la pasión obsesiva la actividad apasionante se asocia a otras contingencias inter o intra personales como aceptación social o excitación incontrolable, compulsión interna a realizar la actividad impidiendo disfrutar como de relaciones sociales con alto conflicto, generando agotamiento emocional, estrés y hasta enajenación Por desgracia, la pasión por el trabajo no es algo que abunde en nuestros días. |
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Un estudio de Deloitte reveló ya en 2019 que el 88% de los trabajadores no siente pasión por lo que hacen. Y, peor aún, el 80% de los directivos tampoco. ¿Cómo esperar que los empleados pongan todo su esfuerzo y pasión en su trabajo cuando los propios líderes no lo hacen, ni tampoco crean las condiciones para que la gente se prenda? Decía Steve Jobs que la única manera de hacer un gran trabajo es amar lo que haces o amar lo que buscas realizar (amar un sueño). Él y su equipo directivo se encargó de que todos los empleados se sintieran conectados con aspectos que dan identidad, como orgullo de estar en una empresa emprendedora, innovadora, vanguardista, desafiante, agresiva, original, trascendente, ambiciosa, que detonara pasión por lo que se hiciera, no importando la posición ni área en las que pertenecieran. Obviamente, hizo muchos esfuerzos de “marketing” tanto hacia el mercado como de igual manera hacia el interior de la empresa.
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Entiéndase que la pasión es un sentimiento que se mantiene más a largo plazo que el compromiso. Los expertos comentan que el compromiso de los empleados normalmente se deriva de la obligación, deber o gusto que sienten en su trabajo. El tener metas ambiciosas, gusto por lo que hacen, agrado de contar con un |
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buen ambiente laboral, lo bien que se puede sentir con sus compañeros y con su jefe, proporciona un ambiente de confianza, que provoca de manera natural alto grado de compromiso. Sin embargo, la pasión es algo mucho más profundo. |
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Cuando un empleado le gusta lo que hace, ama su profesión, siempre intenta ser mejor y busca maneras de superarse a sí mismo, pero cuando además de eso cuenta con un sueño o se suma a un sueño de conjunto que se traduce en algún proyecto desafiante y significativo, es capaz de mejorar su puesto, de crear algo nuevo, de sumarse para dar los mejores resultados y darle una transformación a la empresa en general. Está mucho más centrado en el crecimiento y el desarrollo que del bienestar o seguridad. |
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Los empleados apasionados no hacen únicamente lo que se espera de ellos, sino que van un paso (o varios) más allá. Sienten pasión por su trabajo, se entregan en hacer lo mejor posible sus funciones y tareas por convicción propia en favor de su empresa y hacen todo lo posible por llevarla al siguiente nivel. |
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Claro, que la empresa crea estrategias, planes y medios para estimular como compensar y premiar de diferentes formas a su gente ante el logro de resultados con diversos beneficios, de tal manera que comparte su riqueza y les trata dignamente, sin escatimar dinero. |
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Para cualquier empresa sería un sueño poder contar con un equipo apasionado. Pero, ¿por qué hay tan pocos trabajadores apasionados por lo que hacen? Muchos directores de compañías con excelentes procesos y productos no están creando las estrategias laborales adecuadas que propicien que los trabajadores se conecten con la empresa y se apasionen en perseguir su desarrollo y posicionamiento, sino al contrario, están en tal estado de conformismo y mediocridad que entorpecen su crecimiento y apagan la creatividad e iniciativa gracias al burocratismo justificado por una buena administración caracterizada por el exceso de controles ante el temor y la desconfianza, al grado de que matan toda iniciativa, identidad y cariño por la empresa. |
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Así, muchas compañías están perdiendo grandes oportunidades por ser demasiado estrictas, cerradas, reacias, conservadoras, con un marco de creencias retrógradas y estructuras rígidas que provocan pavor a tomar riesgos. |
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¿Cómo se puede mantener y desarrollar la pasión de los empleados? Promover el espíritu de ambición. Esto significa que la alta dirección está convencida de hacer productos de vanguardia y llevar a la organización a que se sume a lograr niveles de ventas ambiciosas, para lo cual se requiere contratar gente talentosa con sed de superación y actitud competitiva dado que tienen que buscar la forma de derribar todo obstáculo. |
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Fomentar una mentalidad de crecimiento. Para ello, los líderes tienen que erradicar los miedos que los invade y se los transmiten a sus empleados ante el fracaso y en cambio, hacer lo posible para que todo el mundo en la empresa se sienta cómodo proponiendo cosas, probando ideas, ensayando prototipos, generando iniciativas nuevas sin miedo a los fallos. |
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Enfoque a Metas. No cabe duda que la sensación de logro es sumamente importante para generar motivación, entusiasmo y pasión, por lo que aquello que no se mide no se puede ni valorar ni modificar, de ahí la importancia de fijar |
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objetivos y metas ambiciosas: de productividad, rentabilidad, satisfacción, calidad, seguridad, innovación, desarrollo en todas las áreas ya que los resultados son la consecuencia de toda esa gestión y por tanto, ser firmes en cuanto al manejo del personal eficiente como ineficiente. |
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Estimular la Autonomía. Si los trabajadores no cuentan con la suficiente autonomía y tienen una persona controlando constantemente lo que hacen, es fácil que pierdan la pasión, de ahí la importancia que los líderes aprendan nuevas formas de gestión que faculten el talento y potencial de sus equipos de trabajo y para ello, no hay mejor metodología que aplicar el Coaching. Formación. Insta a sus empleados a que estén en constante formación y superación, al facilitarles condiciones y herramientas para que lo hagan. |
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Establece un presupuesto destinado a formación, cursos on-line, conferencias, seminarios, talleres, etc. en el que el conocimiento acorde al área adscrita les haga cada vez más especialistas. |
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Mercadeo Interno: Velar por que sus empleados no pierdan su pasión ayudará a llevar su desempeño a un nivel superior, beneficiando directamente los beneficios de tu empresa, mediante estrategias de comunicación (noticias, videos, reportes, boletines, presentaciones, convenciones, seminarios, promociones, promocionales y toda clase de publicidad interna) que en conjunto sientan todos que son parte de los valores, cultura, avances, resultados y crecimiento de la empresa, que en conjunto les de identidad. |
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Líderes Transformadores. La alta dirección debe de ser ejemplo de innovación al implicarse en estrategias organizacionales y de comunicación interna para enganchar a su gente y mantener la pasión con la empresa, con la marca, con sus productos y a su vez, ser sumamente sensible con respecto al liderazgo de los líderes de menor rango, ya que éstos tienen una gran responsabilidad de detonar y estimular la pasión de los empleados. |
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Ahora bien, cabe hacer una introspección, ¿Le gusta su trabajo? ¿Qué tiene de fascinante su trabajo? ¿Siente que está desarrollando su potencial? ¿Tiene la sensación de que en su vida la parte laboral es la más desarrollada y no deja espacio a lo demás? O, por el contrario, ¿se siente saturado y sin ganas de seguir trabajando en lo que hace? ¿Se dedica únicamente a resolver asuntos porque es parte de tu responsabilidad?
El libro de Lawler Kang “Passion at work”, plantea que en la vida el ser humano tiene las
competencias personales para desarrollarlo y disfrutar que la pasión en el trabajo se
consigue cuando uno se dedica a aquello que constituye el fundamento de su
“haciéndolo”.
Un ejemplo típico podría ser el del médico general en misión, a quien le mueve el deseo de curar a otros a pesar de las limitaciones de instrumental, medicamentos, condiciones, personal, equipo médico, bajo salario, insalubridad y aun así, se dispone con total determinación y placer de atender a enfermos para su rehabilitación. Además, subraya un aspecto muy interesante que es la experiencia personal, que consistiría en incorporar al trabajo cotidiano elementos de todo aquello que le gusta practicar en la vida diaria, sea una lengua extranjera, un deporte, una actividad artística, en función de las posibilidades de cada quien.
Cabe preguntarse, ¿es factible entonces apasionarse por el trabajo? Una actividad se puede convertir en pasión cuando se aprecia mucho por el gozo que produce, se le da importancia ante algún significado relevante para el individuo al grado de llegar a ocupar una parte central de identidad.
Todo ello lleva a concluir la necesidad de invertir tiempo para desarrollar varias prácticas tanto a nivel organizacional, como a nivel individual que despierte
pasión. Los principales objetivos para las organizaciones serían plantearse objetivos ambiciosos, el de fomentar la autonomía y empoderamiento en el
trabajo gracias a la atinada gestión de los líderes, mediante variadas estrategias de desarrollo y el de la promoción de la salud, invertir recursos para que los empleados se enamoren de su empresa, marcas, productos y trabajo. A nivel individual, el objetivo principal sería que cada empleado trate de identificar sus propias fortalezas, sus valores, aquello que le otorga orgullo de identidad, que su actividad esté alineada y conectada con metas ambiciosas y desafiantes, así como la necesidad de tener una vida activa y satisfactoria fuera también del ámbito laboral.
Por Master Coach Ricardo Alonso
