En un proceso de Coaching, es muy importante contar con alguna herramienta que asegure que el Coacheé, avanza hacia su meta, y por supuesto ayude a ir verificando las acciones diferentes que al ejecutarlas. Es obvio decir que, éste incursionará en una zona de incertidumbre, exponiéndose a equivocarse al llevar a cabo actividades diferentes a las que está acostumbrado hacer, y así, promover en él o ella, oportunidades para explorar formas distintas, inusuales de actuación que tenga un efecto diferente distinto al que siempre ha estado acostumbrado, pues hay que considerar que el estar en su zona de comodidad le ha generado en últimas fechas a cierta inconformidad e insatisfacción y de lo cual, se queja por sus resultados. Por lo mismo, él necesita adquirir confianza durante el proceso de avance, y ésta herramienta le proporcionará el orden de prioridades que requiere hacer para lograr lo que aspira.
Albert Einstein decía que para resolver los problemas físico matemáticos en al análisis de sus teorías era necesario y útil ver la situación desde diferentes puntos de vista, por lo cual acuñó una frase que dice: <<Si quieres lograr un resultado diferente, tendrás que hacer algo diferente>> y en Coaching concluimos que “locura es pretender conseguir un resultado diferente haciendo lo mismo”. Si nos detenemos a reflexionar un poco, es imposible, insensato y hasta absurdo pensar en que pensando igual y haciendo las cosas de la misma manera, en pensar igual siempre podamos lograr obtener un resultado distinto a los ya obtenidos anteriormente.
La verdadera locura
¡Eso es verdaderamente caer en la locura! Por lo tanto, cabe preguntarse, ¿Qué tendríamos que hacer para lograr un resultado diferente que simplemente nos satisfaga? Pues de inicio pensar en realizar algo distinto, inusual, diferente y hasta novedoso;, apelar a nuestro pensamiento creativo y para ello hay que asumir valor para exponerse. ¿A qué? Pues, en el peor de los casos y el más común, a equivocarse, y, aparejado a ello, posiblemente a la crítica y hasta burla producto de la incredulidad de los demás.
La estrategia
El hacer algo distinto a lo acostumbrado puede llegar a ser muy amenazador y surgir con el temor latente de poderse equivocar. Es necesario una cierta dosis de confianza para seguir experimentando, por lo que el <<acompañamiento>> y el <<seguimiento>> son fundamentales. La falta de confianza de que podría sufrir el Coacheé, es subsanada por la confianza que proyecta e inyecta el Coach al acompañar a éste en su trayecto, ya que con ello apoyamos al Coacheé a atreverse a poner en juego sus propios recursos y descubrir, a su vez, el efecto que produce un nuevo comportamiento, tanto en él como en su entorno, y de esa manera darle continuidad a su nuevo proceder y con el tiempo llegar a modificar algún hábito de pensamiento, de conducta o de relación. Esto le permite tomar conciencia de sí mismo en lo que respecta a su capacidad de conducción que puede conducirse de manera distinta,; al de utilizar recursos nuevos que estaban en él ahí pero de alguna forma ignorados, expandiendo así su propia imagen y percepción al sentirse cada vez más eficaz a pesar en los posibles errores que pudiera cometer durante su proceso; y, de, como también darse la oportunidad de aprender tanto de resultados negativos como de los positivos. Para lo anterior, la herramienta que apoya las fases de experimentación y avance, a pesar de sufrir también retrocesos, es el Plan de Acción.
La planificación
Un Plan de Acción es un “Planificador” que de una manera gráfica y sintetizada, permite ver con claridad la serie de actividades que se necesitan llevar a cabo en aras de conseguir determinada meta.
El Plan de Acción debe incluir lo siguiente:
Actividad: Es la acción concreta que se debe realizar para avanzar.
Fecha: Es el tiempo asignado para la conclusión de dicha actividad.
Responsable: Es la persona asignada para la realización de dicha actividad;
Evidencia: Es el medio por el cual se demuestra el resultado de haber ejecutado tal actividad.
Premio: Es el reconocimiento al esfuerzo y logro que se confiere el Coacheé.
El Plan de Acción nos permite, por una parte, diseñar la serie de acciones necesarias para alcanzar la meta y por otra, ordenar nuestra mente y el uso de recursos al marcar prioridades dentro de un cúmulo de acciones a ejecutar. Sucede muy comúnmente que si no se tiene una clase de guía que nos mantenga presente lo que debemos hacer, es muy fácil desviarse del camino y con el tiempo, hace que luego se olviden las tareas como inclusive la meta misma, pues nos hemos desenfocado y al final de año, todo se convirtió en intentos fallidos y todo se resumió en buenas intenciones.
El asignarle una fecha y hasta inclusive un horario a cada actividad clave, conduce al Coacheé a adquirir un compromiso consigo mismo, obligándose a realizar las tareas inherentes a cada una de las etapas de su proyecto y así mantener la disciplina sobre lo programado. A su vez, se podrá distinguir el conjunto de actividades secundarias o adicionales por hacer, ya sea, de manera secuencial o en paralelo, optimizando así el tiempo.
¿Esto para qué nos sirve en un proceso de Coaching? Muy sencillo, pues es aquí donde encontraremos los obstáculos al escuchar la serie de “razones”, o mejor dicho, justificaciones que no le permiten avanzar, material para empezar a desfundamentar creencias o ampliar horizonte de posibilidades promoviendo el pensamiento creativo. Es aquí donde verdaderamente se muestra el acompañamiento, pues ya estamos trabajando en el “como”.
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