En épocas de crisis y más en una como la de ahora. Cuidarse ante una pandemia que obliga a llevar a cabo un cierto confinamiento con los efectos que produce el estrés por congestionamiento, ante las diversas necesidades de comunicación entre los miembros de la familia y pocos espacios de privacidad, el romper la dinámica de casa y convertir el ambiente hogareño en ambiente escolar y laboral al mismo tiempo, adicionalmente las presiones físicas, laborales, económicas y sociales que se han desatado. Esto ha alterado invariablemente el ánimo de las personas, registrándose violencia, ansiedad o depresión. Por eso, en IMPEL preocupados por el bienestar de nuestros clientes, amigos y en sí sociedad, les presentamos varios consejos para manejar la desesperación en casa.
Recuerda, <<si quieres un resultado diferente, haz algo diferente>>.
De nada sirven estos breves, aunque sustanciales consejos si no te comprometes contigo mismo en agendar estas actividades durante el día. Hazlos parte de tu rutina diaria e inclusive compártelos junto con tus seres queridos. Estos son:
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Usa la Aromaterapia
La aromaterapia disminuye la ansiedad y mejora el sueño, los aceites esenciales o prender una vela aromática pueden inducir la relajación. Algunos aromas son especialmente calmantes. Aquí puedes ver una lista de los aromas que más calman: rosas, vetiver, flor de azahar, lavanda, camomila, sándalo y geranio. También puedes apoyarte en encender incienso, pues hay en la actualidad una diversidad de aromas y en todos los casos puedes enriquecer el ambiente con música relajante.
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Contacto Físico
La práctica de contacto físico es sumamente útil, ya que un abrazo da la sensación de contención, cobijo, generándose una sensación de calma, sosiego al experimentar un estado de seguridad, adicionalmente que son manifestaciones de amor y cariño. Acaricia, da besos, palmadas, apretones y con tu pareja, ten relaciones sexuales dándole un mayor toque erótico y sensual y no las hagas de manera rutinaria y menos autómata. Todo eso alivia tensión.
Programa sesiones de masaje, ya que, al frotar las diversas partes del cuerpo de una manera cordial, suave pero firme en esos lugares donde se registra dolor muscular, favorecerá el relajamiento.
El contacto físico positivo libera la oxitocina y reduce el cortisol. Esto ayuda de inmediato a bajar la presión arterial y el ritmo cardíaco, síntomas físicos del estrés.
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Escucha Música Relajante
Escuchar música tranquila genera un efecto relajante en el cuerpo y sobre todo en la mente. La música melódica instrumental, cierta música clásica, jazz, música celta, “new age” o “launge”, ayuda a destensar el cuerpo y de esa manera reduce la presión arterial y ritmo cardíaco. No se trata de escuchar la música que te guste, porque hay ritmos que, en lugar de tranquilizarte, aceleran y la letra de las canciones son estímulos que provocan diversas reacciones.
El caso es escuchar melodías y de preferencia que no estén asociadas a eventos del pasado para así no estimular reacciones emocionales.
Los sonidos de la naturaleza son sumamente tranquilizantes. Es por ello que en ciertas melodías o tipos de música relajante, se incorporan estos sonidos para facilitar la relajación e inclusive meditación.
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Practicar la Respiración Profunda
La respiración está asociada directamente al sistema nervioso. El estrés mental activa tu sistema nervioso simpático, indicándole a tu cuerpo que entre en modo de “lucha o huida”. Durante esta reacción, las hormonas del estrés se liberan y se experimentan síntomas físicos como aceleración del ritmo cardíaco, sudoración, opresión en el pecho, respiración más rápida y corta y contracción de los vasos sanguíneos, dando sensación de inquietud, desasosiego y finalmente cansancio.
El objetivo de la respiración profunda es enfocar primeramente tu atención en tu respiración, en el proceso de inhalación como de exhalación haciéndola cada vez más lenta y más profunda. Cuando respiras profundamente a través de tu nariz, expandes tus pulmones y el tórax, y tu estómago incrementa y se enjuta mientras aguantas el aire por lapsos pequeños, y después, te das a la tarea de expulsarlo lentamente hasta vaciarte, experimentas una profunda relajación. Poco a poco requieres menos aire y tardas más tiempo en volver a respirar, soltando la ansiedad
Para ello, existen varios tipos de ejercicios de respiración como la respiración diafragmática, respiración de jadeo, respiración abdominal, respiración con el vientre y respiración rítmica. Esto ayuda a reducir tu ritmo cardíaco, lo que te permite sentirte más tranquilo.
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Pasa Tiempo con tu Mascota
Si cuentas con la fortuna de tener una mascota, el convivir con ella te puede ayudar a reducir el estrés y mejorar tu estado de ánimo.
Interactuar con tus mascotas puede ayudarte a liberar oxitocina, un químico cerebral que promueve un estado de ánimo positivo. Te da un propósito significativo de amarla y procurarla, y en reciprocidad, siempre te dan alegría al verles cómo juegan y se desenvuelven, así como te ofrecen compañía y solidaridad, reduciéndose así toda sensación de ansiedad al tener tu mente distraída.