CIUDAD DE MÉXICO.- En palabras sencillas, dice el Master Coach Carlos Alonso, experto en Equipos, “el coach ayuda a que el equipo se descubra primeramente como una sola entidad, como un sistema de interacciones con personalidad propia.
“En esta entidad se busca que todos los miembros logren una interrelación óptima que los lleve a mejorar su desempeño en conjunto y que éste impacte en la optimización de sus procesos de trabajo, generando así sinergia”.
Esto se logra al fincar las bases y con un ambiente de confianza para que la interacción sea sana entre todas las personas, a pesar del cúmulo de posibles adversidades que vayan a aparecer en el transcurso del proyecto o meta.
En general, la gente no sabe trabajar en conjunto y suele generarse entorpecimiento, es decir, caos dentro del sistema, en el que los miembros del equipo se quejan sin darse cuenta que también son parte del problema.
Calidad en las conversaciones
El Team Coach lleva al equipo hacia actividades que ayuden a abrir canales de comunicación para promover que el desarrollo de conversaciones abiertas entre todos los miembros.
Dichas conversaciones deben ser, por un lado, descriptivas (en las que se presenten las realidades, o sea, los hechos de lo que ocurre dentro del equipo). Y, a partir de ahí, también se desarrollan las conversaciones de tipo generativas (aquellas que se enfocan en abrir posibilidades que ofrezcan soluciones).
Este tipo de conversaciones y de comunicación asertiva pueden lograrse. Es muy conveniente que el acto de escuchar se fomente dentro del equipo con el ánimo de entender la situación para luego entender las propuestas y validarlas (sin juicios ni descalificaciones, con total receptividad y apertura), propiciando con ello que los intercambios entre todos circulen con naturalidad y espontaneidad.
Aquí es donde cada integrante, de acuerdo con sus capacidades y experiencia, en la manera que puede, aporta y ayuda a los demás para que se complementen y logren, así, los objetivos deseados, sin temor a críticas, burlas, descalificaciones, protagonismos o errores.
Así, juntos y entendiendo lo que cada uno puede hacer, son capaces de redefinirse y diseñar el camino del equipo.
Cuando cada integrante del equipo se hace consciente de que sus aportaciones son valiosas y que su manera de actuar ayuda colectivamente, entonces surge en el individuo el deseo de implicarse, la motivación al logro, el espíritu de sacrificio, el sentido de solidaridad, el orgullo e identidad de ser parte del equipo.
Y, por tanto, el conjunto completo se hace responsable de sus actividades, de sus avances y de su rendimiento.
Precisamente, el coaching de equipos ayuda a que los miembros del equipo aprendan a operar óptimamente (como resultado de obtener interacciones abiertas, espontáneas, creativas y maduras).
Como consecuencia, los procesos técnicos, administrativos, comerciales informáticos y/o logísticos se optimizan, y así es como se obtienen resultados sobresalientes o nuevas y mayores metas.
Alain Cardon, Master Coach en Coaching Sistémico y de Equipos y consultor organizacional comenta en Global Coaching Magazine que, “el propósito del coaching es desarrollar autonomía; en los equipos es ayudar a desarrollar autonomía individual y colectiva mientras que se alcanzan los objetivos que se fijaron”.
Entonces, podemos decir que un equipo es totalmente distinto a lo que se entiende por trabajo en equipo.
En palabras llanas, el equipo son todas las personas que forman el conjunto y se vuelven en el medio para que el trabajo se lleve a cabo.
A diferencia del trabajo en equipo, que es el conjunto de valores, creencias, conocimientos, actitudes, emociones y comportamientos que hacen que el equipo trabaje óptimamente, en paralelo entre un proceso humano combinado con un proceso técnico.
Como conclusión, podemos decir que el propósito de contratar los servicios de un Coach de Equipos es acompañar al equipo-cliente a que aprenda a trabajar en conjunto para que consiga una determinada meta de la mejor o eficiente manera, y que este aprendizaje sea sostenible en el tiempo.
